Si yo fuera una silla me gustaría ser una mecedora, pero no una simple mecedora, sino con súper poderes.
Me gustaría que me pusieran en un balcón mirando hacia el mar, oyendo el sonido tan agradable de las olas, con los rayos de sol dándome en mi asiento, mientras me balancean lentamente al ritmo de las olas y me pusieran un cojín para que estuviera más mullida.
Que la persona que se sentara fuera soñadora, para poder leer sus sueños, divertida, que le gustara la playa y que tuviera sentimientos, porque yo también los podría sentir.
Me sentiría alegre cuando los niños jugaran en mí, que montaban en un caballo o que iban en una barca, en un río con mucha corriente y casi la barca se está por caer.
Cuando estuviera sola me tranquilizaría, mi mente estaría en blanco y sentiría una paz inmensa.
Ya os he contado que tipo de silla me gustaría ser y lo que querría hacer.
Teresa Sanz
viernes, 26 de marzo de 2010
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1 comentario:
jaja que chula, me gusta mucho.
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