lunes, 22 de marzo de 2010

Si yo fuera silla

Si fuese silla seria una silla normal y corriente y estaría en un bar normal y corriente rodeada de muebles normales y corrientes, ¡hasta el dueño y los camareros del bar serían normales y corrientes!

Lo tengo claro, no me gustaría nada que personas de peso mayor a 90kg se sentaran encima mío y menos si esa persona tuviera un culazo inmenso.

Seguro que con un baño de oro y algunos adornos (lo que en las personas se llama operación) podría llegar a ser un trono, por ejemplo, de un rey. ¡Me encantaría!

Estar en un bar tiene su privilegio, uno de ellos es que por las mañanas vienen las de los cotilleos y me entero de todo lo que pasa por el barrio, aunque también ponen verde a mucha gente del barrio, hay veces que estaría de acuerdo con lo que dicen y otras me gustaría decir lo que yo pienso, pero al ser silla no podría y contenerse no es nada bueno.

Habría mañanas cuando abren el bar que yo aun seguiría durmiendo me daría tanta pereza despertarme para ver (a veces) las rivalidades, envidias y riñas que tienen todas con todas.

Hay ratos en que me lo pasaría genial como en esos momentos que os he contado, pero ser silla de bar no es ningún chollo y eso es lo que comentamos por las noches todas las sillas del bar. Cuando viene María Eugenia (por poner algún ejemplo) estaríamos rezando siempre para que no nos utilice para apoyar los pies, porque siempre se quita las zapatillas, tiene juanetes y sus pies huelen fatal, y no es que sea una abuela es que es dependienta y se pasa todo el día de pie y de aquí para allá.

¡Ah, que dura es la vida de la silla trabajadora!
Sin dudarlo sería una silla de ordenador, una silla como en la que estoy sentada ahora mientras escribo en mi portátil, una silla moderna, naranja (mi color preferido) y sin duda muy muy cómoda.

Así podría entretenerme viendo lo que mi dueño/a hace con su ordenador o viendo los deberes que realiza, no sé, pero la silla que más me gustaría de esta casa es ésta, porque a mi parecer es perfecta, aunque cada uno tiene sus gustos.


Lucía Marín

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